El Puente Transbordador volvió a funcionar
El jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, encabezó el acto de puesta en funcionamiento. El restaurado Puente Transbordador Nicolás Avellaneda, uno de los ocho que quedan en pie a nivel mundial e ícono del barrio porteño de La Boca, se puso en funcionamiento después de 57 años. Autoridades de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, ACUMAR, Fundación x la Boca y el juez Federal, Jorge Rodríguez, participaron del evento.
El restaurado Puente Transbordador Nicolás Avellaneda, uno de los ocho que quedan en pie a nivel mundial e ícono del barrio porteño de La Boca, se puso en funcionamiento este jueves 28 de septiembre, tras casi 60 años de espera. El jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, encabezó el acto en el que también estuvo la presidenta de ACUMAR, Dorina Bonetti.
La recuperación del puente constituye un hecho transcendente para el barrio de La Boca porque se trata del único puente que cruza el Riachuelo que quedaba sin funcionar. ACUMAR acompañó los trabajos de puesta en valor de las cabaceras de La Boca e Isla Maciel. Del lado de Isla Maciel, se relocalizó una arenera que funcionaba en ese espacio público y ese lugar se recuperó junto con la Municipalidad de Avellaneda. Allí se construyó una plaza y un espacio recreativo para los vecinos. El organismo, además, colaboró con Fundación x La boca, Fundación TDH y Arte Aquí Ahora en el proyecto “Amigos del Puente”, para concientizar a los más jóvenes de la importancia de su recuperación.
“En todo nuestro esfuerzo y sueño de desarrollar el sur de la Ciudad este es un avance grande. El Transbordador atrae turismo, gente que viene a visitar y a pasear por esta zona, y va a seguir levantando al barrio”, sostuvo Rodríguez Larreta, quien estuvo acompañado por el presidente de “Fundación x La Boca”, Oscar Andreani.
A su turno, Andreani aseguró: “Me siento inmensamente feliz de darle la bienvenida a la reinauguración del puente Transbordador. El viejo coloso de hierro volverá a la vida sostenido e impulsado por el cariño y el compromiso de su gente, que lo mantuvo de pie frente a la inconsciencia de quienes pretendieron malvenderlo como chatarra”.
En la puesta en marcha también estuvieron presentes autoridades de ACUMAR como los consejeros directivos Martín Renom y Alberto Términe, y el titular del Consejo Municipal, Ignacio Semenzato; quienes se sumaron a representantes del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, de la Fundación x la Boca, de los Bomberos de La Boca y de Prefectura, entre otros. Participó, también, el juez Federal, Jorge Rodríguez.
El puente.
El puente, inaugurado por primera vez en 1914, fue construido en hierro, con trazas de cobre para resistir la corrosión. Se trataba de una especie de pórtico metálico con una plataforma suspendida tirada por cables que permitía que coches, camiones, carros con caballos y hasta el tranvía, cruzaran el Riachuelo.
La obra iniciada hace un siglo estuvo a cargo de la Dirección de Navegación y Puerto y fue donado a la Nación por el Ferrocarril del Sud a cambio de concesiones. Para eso se utilizó una estructura construida por partes en Inglaterra, trasladada en barco y luego armada en Buenos Aires.
Gracias a las pinturas de Quinquela Martín, el puente adquirió trascendencia a nivel mundial y conforma un emblema en el paisaje urbano del barrio de La Boca, de la Ciudad de Buenos Aires y de la Argentina.
Sin embargo, en el año 1960 el puente fue desactivado y puesto en desuso. En 1994, tras haberse ordenado su desarme para venderse como chatarra, los vecinos junto con los legisladores porteños, impidieron su desaparición, reconociendo su importancia patrimonial y emblemática para el barrio.
Entre los siglos XIX y XX se construyeron en el mundo 20 puentes transbordadores de hierro en áreas portuarias. De los 20, sólo 8 quedan en pie. Uno de ellos es el Nicolás Avellaneda, único en toda América.
Los trabajos de reparación incluyeron la adecuación de la cabina, plataforma transbordadora y de los elementos complementarios y desmontaje de todos los componentes eléctricos de la sala de máquinas y del tablero de control de la barquilla.