Realizamos operativos de control en la ribera de Lanús y Lomas de Zamora
En un operativo múltiple se realizaron inspecciones y tomas de muestra en diversos establecimientos cercanos a la ribera, para constatar el estado de los vuelcos. En total se inspeccionaron dos graseras, una chatarrera, curtiembres y un establecimiento alimenticio.
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Fiscalización de Grasera en Lanús
Equipos de la Patrulla Ambiental de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo realizaron este viernes 11 de enero una serie de operativos especiales de control a establecimientos que se ubican en la ribera de Lanús y Lomas de Zamora y que por su proximidad al río demandan controles más exhaustivos. En total se inspeccionaron dos graseras, una chatarrera, curtiembres y un establecimiento alimenticio.
Los inspectores, divididos en cuadrillas de a dos, realizaron inspección general de los establecimientos y controlaron las cámaras de toma de muestra de efluentes líquidos de cada uno de ellos (un requisito obligatorio de los establecimientos radicados en la Cuenca Matanza Riachuelo).
El caso más complejo fue detectado en una chatarrera en Villa Fiorito, Lomas de Zamora, que no presentaba ninguna autorización para disponer los vehículos que se encontraban en el predio, ni papeles de los mismos.
Los autos abandonados no controlados son focos de contaminación ya que muchos de ellos poseen metales pesados, ácidos e hidrocarburos, algunos aún poseen la batería, líquido de frenos, aceites, restos de naftas o gasoil, neumáticos, etcétera.
Ante esta situación ACUMAR intimó al encargado a regularizar la situación o de lo contrario se procederá a la clausura.
De la recorrida durante la inspección, además, participaron referentes de la Comisión de Participación Social de ACUMAR, quienes hicieron de enlace con los vecinos del predio lindero (conocido como la Herradura) y generaron un contacto directo para canalizar sus denuncias.
Controles diarios
Diariamente inspectores de ACUMAR recorren la margen del Riachuelo con el objetivo de detectar focos de contaminación puntuales y actuar en el momento. Estas inspecciones se realizan para identificar agentes contaminantes que deben adecuar sus procesos productivos y corroborar sanciones preexistentes.
De un informe realizado por la dirección de Fiscalización y Adecuación Ambiental se desprende que 2018 se realizaron más de 1500 “tomas de muestra” para evaluar si los efluentes de los establecimientos están fuera o dentro de los parámetros establecidos por la normativa ambiental de ACUMAR.
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